A los 32 años y con dos hijos, de 10 y 7 años, Vanessa Torres Henríquez asumió el desafío de estudiar educación de párvulos en Ceduc UCN sede Hualpén. El objetivo que se propuso no fue fácil, sin embargo, en abril de este año comenzó su etapa de práctica profesional en la escuela especial Rucakuyen en la comuna de Hualpén.
A un mes de culminar esta importante etapa formativa, y gracias a las excelentes evaluaciones de las profesoras, le ofrecieron quedarse y ella no lo dudó. Hoy se desempeña como asistente técnica de aula apoyando a niños/as de entre 2 a 5 años con trastorno de espectro autista (TEA) y síndrome de down.
“Ha sido una experiencia maravillosa, imagínate que entré haciendo la práctica y ahora soy parte del equipo permanente. Uno estudia esta carrera pensando en entregar amor a los niños y niñas y ver que puedo aportar un granito de arena para que tengan una educación inclusiva y ser parte de su desarrollo, me hace muy feliz. Por eso cuando uno ve los avances, el hecho que te reconozcan y abracen es impagable”, afirmó la titulada, Vanessa Torres.
“Durante la práctica profesional Vanessa demostró habilidades integrales tanto en lo profesional como en lo personal y sentimos que cumplía cabalmente con el perfil que buscamos para trabajar con niños y niñas con necesidades educativas especiales. Además, desde un inicio se sintió parte del equipo y estamos muy contentas con la labor que ha desempeñado”, indicó Isabel Salazar Sánchez, directora escuela especial Rucakuyen.
Gracias a la experiencia de Vannesa, el establecimiento, que en mapudungun significa “casa de amor”, recibe actualmente a 7 estudiantes en periodo de pre práctica de las carreras de Educación de Párvulos e Intervención y Rehabilitación Psicosocial de Ceduc UCN sede Hualpén.