Cada día, Marcelo se levanta a las 7:00 de la mañana para emprender una caminata de 15 minutos desde su hogar en Molulco hasta la garita de la Ruta 5. Ahí toma el bus que lo traslada a la sede Chiloé en el sector de Nercón, recorrido que se extiende por poco más de una hora . Como llega temprano, el estudiante de Maquinaria Pesada, se va a la biblioteca y aprovecha de estudiar o hacer los trabajos que tiene agendados.
Marcelo vive con su padre, trabajador en electricidad, y su madre, dueña de casa. Ellos han sido su mayor apoyo para alcanzar sus metas. “Mi papá me dijo que no quería que siguiera sus pasos. Me dio el consejo que estudiara lo que yo quisiera, y en una charla que dieron en mi colegio, el Liceo Rayen Mapu de Quellón, vi la posibilidad de llegar al Ceduc UCN y no lo dudé porque siempre me gustaron las maquinarias pesadas como las retroexcavadoras y la grúa horquilla”.
El joven señaló lo difícil que se hace estudiar en su casa en Molulco, principalmente por el acceso a internet debido a las condiciones climáticas de la zona. “Cuando hay mal tiempo el internet es malísimo en la zona y se me complica hacer mis cosas. Por eso agradezco la posibilidad de contar con buen internet y computadores de calidad en la sede para cumplir con mis tareas.
Marcelo forma parte del Team de estudiantes que participan en actividades de difusión de la sede en distintos establecimientos educacionales del archipiélago. “Esto ha sido una oportunidad para crecer y compartir sus experiencias con otros ya que te permite conocer más gente y decirles lo contento que estoy en el centro de formación técnica. Hasta ahora, viajar y llegar a distintos liceos y ha sido muy enriquecedor”.
Finalmente, el estudiante de Maquinaria Pesada destacó lo importante que se ha vuelto la institución en su vida. “Cuando llego a la sede y veo que contamos con buenos talleres, un buen casino, salas de clases y lo que significan mis compañeros y compañeras de carrera, me agrada y me tiene muy contento”, manifestó.