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• Una historia que cruza generaciones. Sandra Jarpa Salas estudió en Ceduc UCN. Hoy es docente y también madre de dos jóvenes que estudian en la institución reflejando su confianza en educación técnico profesional heredada, ahora, a sus hijos.

Sandra ingresó a  Ceduc UCN   a estudiar  Electricidad y Eficiencia Energética en 2017, con un gran interés en las instalaciones fotovoltaicas. Luego de dos años de formación logró titularse como estudiante destacada de su generación. Rápidamente se insertó en el mundo laboral y surgió un nuevo desafío.  En 2022 comenzó a ejercer la docencia en las mismas aulas donde estudió, impartiendo los primeros módulos.

 “Todo lo que aprendí en terreno se lo transmito a mis estudiantes. Me interesa que entiendan cómo es realmente el trabajo fuera del aula, porque allá no hay una maqueta perfecta, hay situaciones reales, problemas concretos y formas prácticas de solucionarlos. Trato de mostrarles eso con ejemplos, fotos y experiencias propias, como cuando voy a una casa y veo un tablero mal instalado. Les explico por qué no es seguro, qué se debe corregir y cómo hacerlo. La idea es acercarles lo más posible el mundo real, para que aprendan desde la experiencia y no solo desde la teoría”, afirmó la profesional.

Esa misma convicción la impulsó a confiar en el modelo educativo de Ceduc UCN, motivando a dos de sus  hijos a seguir el camino de la formación técnica de nivel superior. “Me emociona que ellos hayan seguido un camino similar al mío. Yo estudié acá y hoy es el lugar donde enseño con todo el compromiso, y estoy segura que en esta institución recibirán una formación de calidad”, aseguró la docente. 

Su hijo, Nicolás Suárez Jarpa, cursa Electricidad y Eficiencia Energética la misma carrera que su mamá abrazó hace 8 años. “Mi mamá me preguntó si quería trabajar con ella y le dije que sí. Estaba como maestra electricista en una obra, y aunque al principio no entendía nada, fui aprendiendo. Yo preguntaba todo, y ella me explicaba. A las dos semanas ya andaba haciendo instalaciones como si lo hubiese hecho toda la vida. Fue una experiencia que me acercó a decidir estudiar lo mismo que ella”, expresó el joven.

En tanto su otro hijo, Gonzalo Hervera Jarpa, decidió explorar un camino distinto, en la misma institución. Estudia Gastronomía Territorial e Intercultural atraído por el enfoque identitario y el aprender haciendo. “Elegí Ceduc UCN porque tienen muchos más instrumentos para trabajar en gastronomía. Además, las clases son más prácticas que teóricas, y eso lo hace más llevadero, sobre todo para quienes no tenemos experiencia previa. Así fue como empecé a probar y al final, me terminó gustando mucho”, dijo Gonzalo. 

La historia de Sandra, Nicolás y Gonzalo es testimonio de cómo la confianza en un proyecto educativo puede trascender generaciones, transformando vidas y construyendo futuro en familia.