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• La estudiante de 22 años cursa segundo año en la carrera de técnico de nivel superior en Intervención y Rehabilitación Psicosocial sede Chiloé y asegura sentirse feliz porque el enfoque humano y social en sus estudios lo complementa con el trabajo que realiza como monitora de violín  de niños y niñas. 

Desde muy pequeña, Brenda Martina Aguilar Marín ha cultivado una profunda conexión con la música.  A los 9 años comenzó su amor por el violín el que fue creciendo gracias a su paso por la Orquesta Filarmónica de Chonchi. Estuvo becada casi una década en la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI) en Puerto Montt, que la llevó a iniciar estudios en Pedagogía en Música. Sin embargo, motivos personales la llevaron a regresar a Chiloé.

En su retorno a la isla, la joven de 22 años comenzó un nuevo capítulo en su formación profesional.  Su padre le habló del nuevo centro de formación técnica, Ceduc UCN sede Chiloé,  en Castro, despertando en Brenda el interés por saber más sobre las carreras ofrecidas. “Me gustó de inmediato la carrera de Intervención y Rehabilitación Psicosocial porque trabajo con niños y niñas como monitora de violín en la Academia Artes del Sur. Me matriculé y no me equivoqué ya que esta nueva oportunidad me permitió redescubrir mi vocación desde otra perspectiva”.

La estudiante de segundo año valora profundamente el enfoque humano y empático de su carrera la que complementa de manera ideal con su experiencia en la docencia musical. “A veces hay que saber llegar a las personas y entender sus realidades para ayudarlas de forma efectiva. Esta carrera me entregó herramientas que no conocía y que se alinean totalmente con lo que me gusta hacer”, afirmó  con entusiasmo.

Hoy combina sus estudios con su trabajo en la música en el  Grupo Madera. “Ceduc UCN me ha ayudado a organizar mis tiempos. Trabajo, estudio y además puedo seguir tocando lo que me llena de energía. También he sido parte del Team de difusión de Ceduc UCN, permitiéndome hacer redes que hoy son fundamentales para seguir adelante “, explica Brenda, destacando el apoyo institucional que le permite desarrollarse en todos sus roles con equilibrio.

Para poder equilibrar su rol como estudiante y también su labor en la música, lo joven destaca el apoyo familiar.  “Mi esposo ha sido mi pilar en estos dos años de matrimonio. Me apoya en los estudios, en el trabajo, y ha comprendido lo importante que es para mí enseñar violín a los más pequeños”,  concluye Brenda, ejemplo de pasión y vocación por servir a la comunidad a través del arte y la educación.